ITALIA , HISTORIA Y SUS AGUAS TERMALES...

Es una larga historia. Se hablaba ya de Italia, como entidad geográfica, en la época de los Etruscos, pueblo de gran civismo, como lo testimonian los restos conservados en algunos museos, sobre todo en Toscana y Lacio, las regiones que cuentan con los mayores asentamientos etruscos (presentes también en Umbria, en Campania y en algunas áreas de las actuales regiones Emilia y Lombardía).

Luego llegaron los Romanos que, a partir del siglo III a.C., unificaron bajo su dominio la península entera (y gran parte de Europa). La palabra Italia aparece en una moneda del siglo I a.C. acuñada por la confederación de los pueblos itálicos en revuelta contra Roma. La moneda fue encontrada en los Abruzos, en la localidad de Corfinio, la antigua Corfinium, capital de la llamada confederación Itálica. El dominio prolongado de Roma (del siglo III a.C. al siglo V d.C.) ha dejado vestigios indelebles en Italia: calles, acueductos, templos, monumentos, ciudades, puentes, teatros. Memorias de un pasado remoto y no obstante extraordinariamente presente, visible en cualquier ángulo de Italia, tanto al Norte como al Sur. Después de la decadencia del Imperio Romano, Italia fue invadida y dominada durante muchos siglos por pueblos extranjeros, sobre todo en el Sur y en Sicilia. No obstante, gracias al apogeo de ciudades-estado independientes en el Centro-Norte (Venecia, Florencia, Siena, Génova, Milán), Italia se transforma en un país floreciente en el arte y el comercio, próspero y civilizado. En el siglo siguiente, los pequeños Estados independientes no resistieron a las invasiones de los grandes Estados como España y Austria. Solamente el pequeño reino del Piemonte resistió y se mantuvo independiente y después del paréntesis de la ocupación napoleónica se transformó en el "motor" del Resurgimiento, el gran movimiento que determinó, en 1870, la definitiva unidad de Italia, bajo la guía de la casa real de los Saboya. Después de la Segunda Guerra Mundial, en 1946, un referéndum popular abolió la monarquía y proclamó la República. El resto es historia de hoy. Una historia toda para "mirar".

NATURALEZA PARA VIVIR.
El 15% del territorio, el 30% de las zonas costeras: el estado italiano protege sus tesoros naturales con centenares de parques y reservas.

Sorprende, en un viaje ideal de norte a sur, la gran variedad de ecosistemas y de paisajes, que hace que sean emocionantes para explorar y vivir.


Estas zonas, según la tipología, pueden ser denominadas parques nacionales y regionales, reservas regionales y naturales, zonas húmedas o áreas naturales protegidas. Su gestión puede estar en manos del Estado, de las Regiones, de las Provincias y de los Ayuntamientos, o bien de asociaciones como Greenpeace, Italia Nostra, Lega Ambiente, lipu, Touring Club, WWF.

Estos son, de manera resumida, los 22 Parques Nacionales y las 25 Áreas Marinas Protegidas.









Un viaje por Italia es siempre un "tour artistique".

Tantos y tan difundidos son los tesoros artísticos de este país, que se lo puede considerar una verdadera galería de arte al aire libre. Tesoros de cultura y de arte que hacen de Italia el país que hoy exhibe el mayor número de sitios incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Torre de Pisa
En centenares de sitios arqueológicos, en más de 3000 museosdifundidos en todo el territorio italiano se conservan y se protegen grandes y pequeñosrestos arqueológicos de siglos remotos para que los turistas, visitadores y estudiosospuedan admirarlos y estudiarlos. Teatros y otros edificios de época griega y romana,ciudades enteras, calles y barrios a su tiempo sepultados y hoy devueltos a la luz gracias aexcavaciones pacientes y hábiles; templos, estatuas, monedas, inscripciones, objetos deuso cotidiano: Italia es extraordinariamente rica de memorias de su pasado más remoto.En las regiones italianas, sobre todo en el Centro-Norte, se elevan imponentes y a menudoembellecidas elegantemente, las catedrales románicas y góticas edificadasdespués del año 1000, mientras en las regiones del Sur, la antigua arquitecturareligiosa es un crisol fascinante de elementos bizantinos, musulmanes y normandos. Además,en todas las regiones, en cada ciudad y pueblo se encuentran pruebas de una tradiciónartística radicada y difundida en toda Italia, algunas veces bajo la forma "menor"del artesanado (que muy a menudo se considera arte "menor" solamente por una exigencia declasificación que responde a pocas y débiles razones).

El Coliseo
Leonardo da Vinci, Miguel Ángel Buonarroti, Masaccio, Botticelli, Piero della Francesca, Mantegna, Donatello, Rafael, Antonello da Messina, Bramante, Correggio, Tintoretto, Giorgione: nombres de artistas (escultores, pintores, arquitectos) que entraron en la leyenda, universalmente conocidos como las expresiones máximas del genio artístico de todos los tiempos. Sus obras son la meta incesante de visitadores admirados y atónitos, de estudiantes y estudiosos deseosos de entender (y sonsacar) los secretos de ese arte excelso, insuperable en sus mayores expresiones.


Es el arte del Renacimiento, el gran movimiento cultural nacido en Italia en el siglo XV que influyó profundamente en la historia de la cultura y de la civilización europea, no sólo italiana. Después de la marginalidad respecto a los proyectos de naturaleza divina, sufrida por el hombre durante los siglos difíciles del Medioevo, el Renacimiento puso otra vez al hombre y al mundo laico en el centro del Universo.

Plaza de San Pedro, Italia

Filósofos como Giordano Bruno y Tomás Campanella, científicos como Galilei, estudiosos como Maquiavelo, poetas como Ariosto, músicos como Palestrina y Monteverdi: grandes hombres del Renacimiento que, fortalecidos por una visión "moderna" del mundo y de la sociedad, compartida y sostenida por una burguesía rica y emprendedora, cambiaron radicalmente el modo de pensar, de actuar y de crear dominante en aquel tiempo. Para las artes y la arquitectura el Renacimiento es sinónimo de obra de arte, de genio inventivo y creativo. El gran período artístico renacentista ha dejado rastros magníficos en toda Italia, no sólo en las grandes ciudades como Florencia, Roma, Venecia, Milán, Nápoles sino también en muchos centros de numerosas regiones italianas. Cuadros, estatuas, iglesias, palacios, fuentes. Una serie ininterrumpida y emocionante de señales a través de las cuales el visitador puede reconstruir idealmente una civilización que cambió el mundo realmente.

Siracusa piazza archimede
En Italia, el tiempo libre se puede utilizar de mil maneras: practicando deportes, ejercitandohobbies, relajándose, ampliando la preparación cultural, asistiendo a un concierto,a un espectáculo teatral, a una manifestación folklórica o a un acontecimientodeportivo. Simplemente quedándose en un bar saboreando un "cappuccino" o un buenvaso de vino, o también recorriendo grandes o pequeñas ciudades de arte, admirando ovisitando iglesias, palacios, monumentos, castillos, sitios arqueológicos, museos, pinacotecas,galerías de arte moderno, plazas, calles. En Italia no hay problema: estar en Italia es yala mejor manera de pasar el propio tiempo libre.

Comer Bien, Beber Mejor...
¡Viva! ¡Viva los espaguetis, la pizza, el tomate, el aceite de oliva, el caféexprés y el capuchino! ¿Pero la cocina italiana está toda aquí?Seguramente no. Verdaderamente Italia tiene mil platos diferentes, centenares de especialidadesgastronómicas, una infinidad de riquísimos productos típicos, gracias a unsistema agroindustrial moderno y avanzado, pero atento a conservar los sabores y los valores(también dietéticos) tradicionales.

Exquisitez, frescura y genuinidad son la base de todas las especialidadesgastronómicas italianas, en todas sus innumerables variantes: de la fondue piemontesa a lacaponata siciliana, del arroz a la milanesa a la mozarela de Campania, del risi e bisi delVéneto a la porchetta romana, de los fideos trenette al pesto de Liguria al churrasco a laflorentina, a las lasañas emilianas o a los espaguetis alla chitarra de los Abruzos.


Un viaje a Italia podría estar motivado (y en muchos casos lo es)sólo por el deseo de conocer y gustar su cocina. Aquella de los restaurantes másconocidos de las ciudades famosas por su gastronomía, pero también por la cocina delas mil pequeñas trattorie situadas en cada pueblo y a lo largo de todas las calles deItalia.


O bien la cocina de los mesones y de los locales que se encuentran en los puntos máscaracterísticos de los centros históricos cuya especialidad consiste en laelaboración de platos tradicionales y en descubrir y usar los productos agrícolastípicos (farro, cebada, maíz, verduras, aceite de oliva, etc.) elaborados para unacocina gustosa y dietéticamente sobria. En cuanto al vino, hace tiempo que Italia harecuperado su posición entre aquellos países de tradición enológicamás antigua. Hoy los vinos italianos no temen la comparación: blancos, tintos,rosados, generosos de pasas, frutados, champañas, etc. Hay para todos los gustos y no sonricos, son óptimos.

Termas y más Termas...

Los centros termales en funcionamiento en Italia tienen unas características climáticas extraordinarias y se encuentran rodeados de un conjunto de bellezas naturales con la finalidad de influir positivamente en nuestro equilibrio orgánico y contribuir a la sensación de bienestar tanto físico como psíquico.


Por lo tanto, es natural que Italia, por su tradicional abundancia de aguas termales y minerales unida a su clima suave y a la belleza de sus paisajes, se haya convertido en uno de los destinos más solicitados para el “turismo de la salud”. Desde el siglo pasado, se han construido hoteles de alto nivel en las cercanías de las zonas termales que con el paso del tiempo han alcanzado fama internacional. Abano, Salsomaggiore, Chianciano, Montecatini, Fiuggi e Ischia son sólo algunas de las localidades termales conocidas en todo el mundo que atraen cada año a millones de visitantes.

Como sabemos, el tratamiento con aguas termales ha tomado pie en Italia desde los tiempos de los antiguos romanos, cuando la asistencia a las termas y los baños constituían ya entonces un rasgo característico de la vida ciudadana. La cercanía de las termas italianas a grandes centros de arte convierten a las mismas en un excelente punto de partida de itinerarios culturales. Además, los espléndidos parques que rodean los centros termales más conocidos y las instalaciones y servicios a disposición de los turistas, hacen que sean también ideales como centros de vacaciones.

Los centros termales italianos no ofrecen únicamente el recurso de sus aguas calientes, ya que también los manantiales “fríos” se utilizan para beber. La abundancia de fuentes calientes y frías deriva de la estructura geológica especial de Italia, que es rica en fenómenos volcánicos y que está empapada, en el sentido literal de la palabra, de una densa red de canales subterráneos. En la Italia del norte, numerosos centros termales se han desarrollado en el área de las colinas Colli Euganei, en Véneto, cuyo subsuelo de origen volcánico se caracteriza por el afloramiento de numerosos manantiales de agua caliente. Aquí, el principal tratamiento termal está constituido por la aplicación de barros, aconsejada para el tratamiento de enfermedades reumáticas y ginecológicas y para las afecciones de las vías respiratorias.

En Abano se transmite una curiosa leyenda que afirma que Fetonte, hijo del sol, se precipitó con su carro en llamas justo aquí, provocando el afloramiento de aguas capaces de liberar del cansancio y el dolor (“aponon”, de donde deriva el nombre de Abano).

Yendo hacia el sur encontramos una serie de localidades termales en Emilia Romaña, en las colinas de la franja pre-apenínica. Muchas de ellas (Tabiano, Salsomaggiore, Castrocaro) se identifican hasta tal punto con sus aguas termales que la palabra “terme” (es decir “termas”) forma parte de su denominación oficial. Los manantiales tienen características químicas similares: predominan las aguas sulfurosas que sin embargo a menudo contienen cloruro de sodio, yoduro o bromuro de sodio. Estas aguas están aconsejadas para numerosos tipos de afecciones: desórdenes del metabolismo, problemas de las vías respiratorias y vasculares y enfermedades de la piel.


Fuente: beautyexpresssociety 
  

                                     Wikipedia.

       
         
        


Comentarios


  1. Comer Bien, Beber Mejor...
    ¡Viva! ¡Viva los espaguetis, la pizza, el tomate, el aceite de oliva, el caféexprés y el capuchino! ¿Pero la cocina italiana está toda aquí?Seguramente no. Verdaderamente Italia tiene mil platos diferentes, centenares de especialidadesgastronómicas, una infinidad de riquísimos productos típicos, gracias a unsistema agroindustrial moderno y avanzado, pero atento a conservar los sabores y los valores(también dietéticos) tradicionales.

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